Creemos que los artistas somos como antenas móviles que reciben mensajes desde otro plano existencial. Hilma Af Kint, precursora del arte abstracto (antes que Kandisnski), decía que ella era solo un medio a través de la cual entidades superiores se comunicaban, pues además era espiritista. Antes de pintar estos cuadros de grandes dimensiones, por los que es mas conocida, ella era retratista y una paisajista prodigiosa. Lo que quiere decir que rompió con todas las normas, lo que nunca se había hecho en arte y se atrevió a plasmarlo en un lienzo.
Su historia nos cautivó tanto que quisimos dedicarle una pieza, una obra que nos llevó varios meses y mide 180cm de alto. 23 piezas de cerámica esmaltada montadas en una base de hierro. Lo interesante es que cada persona puede quitar las piezas y ensamblarlas como los espíritus le dicten.
Pieza única disponible, si estás interesado en comprarla contáctanos.